Tras el escrutinio y recuento de votos, la mayoría habéis optado por continuar buscando a Gabrielle por la playa, así que...
Tras sopesar las opciones posibles y mas factibles en una situación critica como un naufragio, al no ser la primera vez que te encuentras en esa situación antes de que se ponga el sol decides utilizar las fuerzas que te quedan en encontrar a Gabrielle.
Mientras caminas por la playa en dirección a las dunas que se elevan a unos metros de la orilla para tener mejor visibilidad desde un lugar alto, compruebas como el ocaso llega con mayor rapidez de la esperada. Justo en los últimos instantes que preceden la oscuridad, puedes escuchar con claridad a mitad de camino en tu ascenso un aullido que hiela la sangre en tus venas. Te giras con rapidez en dirección al espeluznante sonido elevando la mirada en todas direcciones, pero con aquella penumbra no consigues ver absolutamente nada. Por un instante sientes una presencia amenazadora atenazando el corazón e instintivamente te arrojas al suelo, mientras sientes como una especie de garras arañan la armadura de tu espalda provocando un agudo chirrido y empujándote duna abajo con fuerza.
De bruces en la playa te incorporas con todos los sentidos alerta en posición de combate, instintivamente echas mano a la cadera, pero el Chakram ha desaparecido, posiblemente al caer al agua se desprendió sin que te percataras. De nuevo aquel sonoro chillido que provoca que el vello de la nuca se erize se escucha amenazador sobre ti, imitando el gesto anterior elevas el brazo tan solo para darte cuenta que tampoco tu preciada espada se encuentra en la vaina.
Maldiciendo tu mala fortuna echas a correr a toda prisa en dirección a los restos del naufragio con la esperanza de encontrar algo que te sirva como arma; de nuevo das gracias a las enseñanzas de Lao-Ma y esperando un ataque, te arrojas al suelo rodando e incorporándote tan solo para ver como una sombra se elevan en el cielo entre aleteos membranosos. Esperas durante unos instantes pero tras un tiempo prudencial, la sensación amenazadora desaparece. Te encuentras de pie en la playa junto al cascaron de madera que antes era El Intrépido, todavia queda parte del camarote intacto, así que tras arrancar una madera a modo de garrote, te introduces en lo mas profundo de los restos. Aferrando con fuerza aquel arma improvisada te preparas para una noche en vela, pero el cansancio hace mella en ti y al poco rato te sumes en un profundo sueño.
Un graznido te sobresalta y despiertas alerta, en pie con las piernas ligeramente separadas, aferrando en alto el trozo de madera, una gaviota te mira sin mucho interés mientras da buena cuenta de los restos de un cangrejo, arranca una de sus pinzas picoteándola para sacarle la suculenta carne y emite de nuevo otro graznido. Tras el sobresalto recuperas con rapidez la compostura y con las primeras horas de luz te dedicas a inspeccionar tanto la playa como los alrededores.
Apenas puedes recuperar algún objeto de valor de entre los restos del naufragio, unos metros de cuerda, una pequeña daga clavada en lo que queda de bodega y la tapa de un barril con el que construyes un improvisado escudo -sin armas al menos podrás defenderte si de nuevo recibes visita nocturna-, te alejas en dirección a las montañas con estos pensamientos, cuando descubres un trozo de tela y el rastro de varios pies en la arena acompañado de dos surcos.
Reconoces de inmediato el color de la tela de la falda de tu amiga, gritas su nombre y no recibes respuesta. Inspeccionando aquellas huellas compruebas que al menos hay seis pares de pisadas, todas ellas de pies descalzos y los dos surcos evidencian a un cuerpo que ha sido arrastrado, posiblemente debido a la inconsciencia. Unas gotas de sangre brillando sobre la arena aumentan tus esperanzas y emprendes una larga carrera de nuevo sobre las dunas adentrándote en la isla, cuando de repente el rastro desaparece por completo, en un claro entre las plantas tropicales que preceden a una tupida selva.
Dando una amplia batida te parece imposible que hayan desaparecido sin mas, como si se hubiesen evaporado en el aire, en ese instante la sensación de que algo mágico ha intervenido se instala en tu mente: "brujería". Apretando los dientes y con expresión resoluta te encaminas a la selva descubriendo un estrecho sendero que se introduce en la espesura. Al poco rato de la caminata e ignorando el intenso calor llegas a una encrucijada. El sendero se ensancha mas a tu izquierda y parece despejado, aunque las ramas de los arboles parecen haberse entrelazado cubriendo completamente el camino de una oscura sombra, densas lianas caen sobre el sendero que parece no haber sido transitado en mucho tiempo.
A tu derecha el sendero recorre un trecho hasta que en un brusco giro unos metros mas adelante se pierde de vista, igualmente los arboles han adquirido un tono amenazador ensombreciendo el camino, cosa que se agradece, pero un fétido olor llega hasta tus fosas nasales y hace que arrugues la nariz con desagrado. ¿Que camino elegir?.
- SI DECIDES CONTINUAR POR EL CAMINO DE LA IZQUIERDA, VOTA 1
- SI DECIDES CONTINUAR POR EL CAMINO DE LA DERECHA, VOTA 2.
Recuerda que de tus decisiones depende el transcurso de la aventura.
NINGÚN KENDER LO ECHO A SUERTES PARA ELEGIR SU CAMINO DURANTE ESTA ENTRADA.