Por mayoría absoluta habéis tomado la decisión de utilizar los puntos de presión con Deimos, de esta manera continuamos con la historia...
Sujetando por el cuello de la camisa al capitán, le incorporas al mismo tiempo que aplicas sobre su cuello con un rápido movimiento un golpe seco con los dedos. Al instante se recupera boqueando violentamente como un pez fuera del agua intentando soportar el increíble dolor que se extiende por su cuerpo.
- Acabo de cortar el flujo sanguíneo a tu cerebro -repites como un salmo aprendido hace mucho tiempo-, tienes treinta segundos para decirme lo que deseo saber...
Deimos te observa con los ojos desorbitados por el terror al escuchar aquellas palabras.
- Dime ¡¿Quien te envía?!.
- Targ... Targonte el... el hechicero.
- ¡Que es lo que quiere de nosotras!.
- De ti... ti... no...
- ¿Gabrielle? -giras el rostro revelando a Deimos el lugar donde se oculta la joven-, ¡que demonios quiere de ella!.
- Su... su sangre...
- ¿Su sangre?.
Deimos comienza a poner los ojos en blanco, mientras las convulsiones de su cuerpo te advierten del limite en el que se encuentra su vida. Frunciendo el ceño aplicas de nuevo presión en el cuello sobre la vena que reactivara el riego de sangre a todo el cuerpo, inmediatamente le golpeas en la sien dejándole inconsciente.
Jamas habías escuchado el nombre de Targonte, hechiceros... ¡odias a los hechiceros!. Todos ellos taimados y crueles escondiéndose tras sus trucos de magia y artes oscuras, si por ti fuera los mandarías a todos al Tartaro sobre una gran pira.
Pasando por encima de los marineros te acercas hasta Gabrielle, arrodillándote a su lado la zarandeas suavemente intentando que recupere el sentido pero sin éxito. Inmediatamente te diriges a los barriles palpando la madera. Uno de ellos mas húmedo que el resto te indica que contiene agua, golpeas con la empuñadura de la espada la tapa y esta termina por saltar rota en astillas, tomando un cubo lo introduces y sin miramiento lo arrojas sobre Gabrielle.
Dando un respingo empapada, compruebas con alegría que el efecto de la droga en la comida era tan solo para poder atraparos sin necesidad de pelea y no para haceros dormir varias horas.
- ¡Xena, pero que diantres...!
- Chiiiiist -ordenas callar a tu amiga-, baja el tono de voz.
Justo en el momento que mandas callar a Gabrielle el barco se tambalea con fuerza provocando que gran parte de la carga se desparrame por toda la bodega, sujetando a tu amiga para evitar que caiga al suelo intentas mantener el equilibrio mientras el barco sufre una segunda sacudida.
- Pero que...
Con el tercer violento golpe de mar te apartas a tiempo de esquivar una caja de madera vacía que vuela por el aire hacia tu cabeza. Giras el rostro en dirección a la escalera de acceso a cubierta, al tiempo que un marinero se asoma gritando.
-¡ARRECIFES!, ¡ Capitán, arrecifes a proa!.
Ni siquiera te ha visto venir cuando surges como una Furia escapada del averno, le sujetas del ancho cinto que cruza su pecho sujetando su espada y le arrojas con violencia al fondo de la bodega. Con un sonoro chasquido se rompe el brazo al caer al fondo y se queda allí maldiciendo incapaz de hacer otra cosa.
Empuñando la espada sales a cubierta esperando enfrentarte al resto de la tripulación sin embargo la realidad es otra: en solo unas horas el cielo se ha cubierto de negros nubarrones, una gruesa llovizna cae en todas direcciones mientras aquel cascaron de madera se tambalea, los marineros se afanan con las jarcias y el timón ignorándote por completo. A tu izquierda uno de los embates de las olas provoca la caída de dos marineros por la borda, entrecerrando los ojos para protegerlos de la lluvia puedes ver que un fornido marino se las ve y se las desea para mantener firme el timón.
A duras penas consigues mantener el equilibrio y apoyándote en el pasamanos subes hasta donde se encuentra el hombre que mira con impotencia hacia el frente, cuando giras el rostro en la dirección en la que sus ojos como platos reflejan los rayos no puedes por menos que imitar su expresión de temor.
Frente a vosotros se alza majestuosamente un alto muro de acantilados, precedido de arrecifes que despuntan entre las encrespadas olas como afiladas sierras, puedes ver claramente como pasan a toda velocidad a estribor mientras el timonel los esquiva con pericia, pero acercándose peligrosamente a otro grupo de rocas. La vela inflada por el fuerte viento incrementa la velocidad haciendo mas difícil poder gobernar el barco, así que decides unir tus fuerzas al marinero sujetando el timón a su lado, este te mira extrañado pero no protesta recibiendo con un asentimiento de cabeza la ayuda.
- ¡ A BABOR, TODO A BABOR, MALDITA SEA!.
Necesitas de toda la potencia de tus pulmones para hacerte oír por encima del fragor de la tormenta.
- ¡ IMPOSIBLE, ESA ZONA TIENE LAS ROCAS MAS AFILADAS!.
- ¡ NO, A ESTRIBOR SON PEQUEÑAS Y PERFORARAN EL CASCO, A BABOR SON MAS DELGADAS Y ALTAS, PERO MAS FRÁGILES, SI GOLPEAN CONTRA EL CASCO SE ROMPERÁN!.
En ese instante os acercáis peligrosamente a un grupo de arrecifes que surgen del agua tan altos como el mástil de vuestro barco, amenazadores como los dientes de un gran Leviatan.
NINGÚN KENDER DEJO SU BAÑADOR EN CASA DURANTE ESTA ENTRADA.
Justo en el momento que mandas callar a Gabrielle el barco se tambalea con fuerza provocando que gran parte de la carga se desparrame por toda la bodega, sujetando a tu amiga para evitar que caiga al suelo intentas mantener el equilibrio mientras el barco sufre una segunda sacudida.
- Pero que...
Con el tercer violento golpe de mar te apartas a tiempo de esquivar una caja de madera vacía que vuela por el aire hacia tu cabeza. Giras el rostro en dirección a la escalera de acceso a cubierta, al tiempo que un marinero se asoma gritando.
-¡ARRECIFES!, ¡ Capitán, arrecifes a proa!.
Ni siquiera te ha visto venir cuando surges como una Furia escapada del averno, le sujetas del ancho cinto que cruza su pecho sujetando su espada y le arrojas con violencia al fondo de la bodega. Con un sonoro chasquido se rompe el brazo al caer al fondo y se queda allí maldiciendo incapaz de hacer otra cosa.
Empuñando la espada sales a cubierta esperando enfrentarte al resto de la tripulación sin embargo la realidad es otra: en solo unas horas el cielo se ha cubierto de negros nubarrones, una gruesa llovizna cae en todas direcciones mientras aquel cascaron de madera se tambalea, los marineros se afanan con las jarcias y el timón ignorándote por completo. A tu izquierda uno de los embates de las olas provoca la caída de dos marineros por la borda, entrecerrando los ojos para protegerlos de la lluvia puedes ver que un fornido marino se las ve y se las desea para mantener firme el timón.
A duras penas consigues mantener el equilibrio y apoyándote en el pasamanos subes hasta donde se encuentra el hombre que mira con impotencia hacia el frente, cuando giras el rostro en la dirección en la que sus ojos como platos reflejan los rayos no puedes por menos que imitar su expresión de temor.
Frente a vosotros se alza majestuosamente un alto muro de acantilados, precedido de arrecifes que despuntan entre las encrespadas olas como afiladas sierras, puedes ver claramente como pasan a toda velocidad a estribor mientras el timonel los esquiva con pericia, pero acercándose peligrosamente a otro grupo de rocas. La vela inflada por el fuerte viento incrementa la velocidad haciendo mas difícil poder gobernar el barco, así que decides unir tus fuerzas al marinero sujetando el timón a su lado, este te mira extrañado pero no protesta recibiendo con un asentimiento de cabeza la ayuda.
- ¡ A BABOR, TODO A BABOR, MALDITA SEA!.
Necesitas de toda la potencia de tus pulmones para hacerte oír por encima del fragor de la tormenta.
- ¡ IMPOSIBLE, ESA ZONA TIENE LAS ROCAS MAS AFILADAS!.
- ¡ NO, A ESTRIBOR SON PEQUEÑAS Y PERFORARAN EL CASCO, A BABOR SON MAS DELGADAS Y ALTAS, PERO MAS FRÁGILES, SI GOLPEAN CONTRA EL CASCO SE ROMPERÁN!.
En ese instante os acercáis peligrosamente a un grupo de arrecifes que surgen del agua tan altos como el mástil de vuestro barco, amenazadores como los dientes de un gran Leviatan.
- SI QUIERES GIRAR EL TIMÓN TODO A BABOR VOTA 1.
- SI QUIERES GIRAR EL& TIMÓN TODO A ESTRIBOR VOTA 2.
- SI QUIERES ABANDONAR EL TIMÓN IR EN BUSCA DE GABRIELLE Y SALTAR POR LA BORDA, VOTA 3.
NINGÚN KENDER DEJO SU BAÑADOR EN CASA DURANTE ESTA ENTRADA.
¿Pero cómo la madera va a romper la roca, por más delgada que ésta sea? Una opción será arriar la vela para perder velocidad y llegar con menos fuerza contra los arrecifes, pero parece que no hay tiempo. La otra opción es volver junto a Gabrielle y saltar juntas al agua, pero creo que me llevaría el mismo tiempo que arriar la vela, además de que es posible que el capitán haya despertado y la tenga prisionera, porque fui tan torpe de mirar hacia donde estaba escondida.. ¡Ah, qué caray! Bueno, como yo, Xena, NUNCA me equivoco, giraré el barco a babor, como le dije al timonel. Voto por la 1.
ResponderEliminarLasgriegas.
Por todos los dioses :D, veo que te has metido de lleno en la aventura.
ResponderEliminarPues si, puede parecer una tontería, pero los arrecifes altos son los mas jóvenes y por lo tanto los mas "tiernos", entre comillas, mientra que los mas viejos y ya duros y sólidos son los que están por abajo ;), es historia de la marina, no lo digo yo :D.
Un saludete.
Tienes razón, pasé por alto que son arrecifes jóvenes y la roca calcárea es más frágil y el daño puede ser menor. Y no puedo hacer con la vela lo que dice Terraignota porque con el aironazo que hace, es difícil controlarlo. Así que, ¡a babor se ha dicho!
EliminarLasgriegas.
Yo voto 3, es decir si lo que quieren es la sangre de Gabby tenemos que cuidarla, y el barco de una u otra forma va a sufrir dannos, asi que corro hacia Gabrielle para poder ayudarla a protegerse del golpe que va a sufrir el barco y si es necesario escapar juntas saltando del barco!!!!
ResponderEliminarSaludos, y muchas gracias por la historia, cada dia me tienes mas emocionado!!!! ^_^
No es necesario arriar la vela, seguro que Xena puede hacerla caer cortando aquí y allá con el Chakram. Y si caen al mar o se ahogan por lo revuelto que está o son aplastadas contra las rocas por el oleaje.
ResponderEliminarPara mí la única opción es ir hacia los arrecifes altos que, aunque se rompan, seguramente dejarán el barco hecho una ruina, con la suficiente consistencia como para flotar hasta una orilla pero inútil para echarlo de nuevo a la mar. Volver será un problema en el futuro. Por tanto, voto por la 1, dirigirnos a babor.
A babor, todo a babor. Confiaremos en el instinto de supervivencia de Xena XDD
ResponderEliminaryo opino lo mismo a babor ya que si elijo la 3 es mas que seguro que moriríamos ahogadas al instante y con la opcion numero 2 tendria como resultado una inundacion más rapida debido a que a estribor las rocas son mas pequeñas y perforarian los cascos.
ResponderEliminarUy, qué dilema! Estoy entre la 1 y la 3. Hay que proteger a Gabrielle pero para eso también tendremos que hacer una visita al hechicero y que pruebe el sabor de nuestra espada; necesitamos el barco para llegar a él y después volver. Ya nos espabilaremos para deshacernos de la tripulación y el capitán.
ResponderEliminarFinalmente mi voto es para la 1.
si Gabrielle està consiente ya se puede resguardar,no creo que Xena la deje desprotegida y primero lo primero,o sea,trtar de no naufragar o minimizar los daños en el barco ya que en el agua con tormenta y rocas sería mas peligroso y màs aun para Gabrielle que tiene menos resistencia y encima medio drogada,asi que voto a babor,ya se ocupara Xena de los marineros y hasta podrian estar agradecidos y ayudarlas,no?
ResponderEliminarSi digo que todo a babor, es todo a babor. Quién va a saber más del mar, estos marineros de tres al cuarto o yo que he sido un temible pirata?! jejeje
ResponderEliminarRespecto a Gabrielle, tengo un ojo en la escotilla esperando verla aparecer, que otra cosa no, pero si está consciente seguro que me sigue a cubierta.
En resumen, la opción 1.
Es agradable ver como disfrutáis con las elecciones y la lectura :D, me alegra ver el éxito de este experimento librojueguero de elige tu propia aventura :D.
ResponderEliminarAnotadas todas vuestras opciones y consejos.
Un saludete.
Voto por la opción 1. Si un capitán no abandona el barco cuanto menos una princesa guerrera.
ResponderEliminarSaludos desde Coruscant.
Ah, pues después del curso intensivo de arrecifes que nos dieron Kender y Lasgriegas me voy por la opción 1, Gabrielle se las puede arreglar sola al menos por un ratito. Saludillos
ResponderEliminarVamos a tener que darle un flotador de pato a Gabrielle :D, opciones apuntadas.
ResponderEliminarUn saludete.
Me decanto por la opcion 3, pobre gabrielle :(
ResponderEliminarUna cuestion, despues de haber leido una entrada de hace dos años se me ha ocurrido una cosa que puede ser una locura...club de fans de xena en España no hay verdad? :P
Desafortunadamente cuando termino la serie el grupo de correo de Xena España y el chat, a los pocos meses fue abandonado por las administradoras y poco a poco la gente se marcho quedando al final unos veinte de los casi novecientos que llegamos a ser... también se me ocurrió esa idea :D, pero no tengo tiempo físico para poder dedicar en estos momentos mas que al blog, pero secundo la idea, ponte en contacto conmigo en: kendercillo@gmail.com y hablamos.
EliminarUn saludete.
La 1! Si algo tan grande como un barco es arrastrado como si fuera una cascara de nuez, que nos pasaría a nosotras si saltamos? acabariamos siendo comida para los tiburones sin duda. Mejor ponerse a cubierto y tener algo que flote hasta llegar a tierra. Y nadie me cuestione si dije a babor por algo es, jum.
ResponderEliminarOpcion Una apuntada y sumando :D, siempre pensando en Gabrielle eh :D.
ResponderEliminarUn saludete.
tambien voy por la opción 1, creo que es la más segura :)
ResponderEliminaremm... estube algo idesisa pero me decido por la opcion 1. Es como estar viendo un capitulo mas me encanta!! :D
ResponderEliminarSiempre haciendo caso a Xena :D, apunadas las opciones.
ResponderEliminarUn saludete.