Elige tu propia aventura con Xena VI.

Tras un recuento escrupuloso de los votos, la mayoría habéis optado por la opción primera, de este modo...

Sobre el fragor de la tormenta comienzas a escuchar claramente como el casco se aproxima peligrosamente hacia los acantilados, tras un empellón que balancea el barco en mitad del mar como una cascara de nuez arrastrada por la furia de los Dioses, ves con impotencia como el marinero a tu lado pierde el equilibrio, suelta el timón y tras golpearse contra la borda cae a las aguas de un cada vez mas agitado océano.

Justo en ese momento, los arrecifes que rozan el fondo del barco mientras este adquiere mayor velocidad en dirección a la costa, atraviesan el casco sacudiendo toda la embarcación  provocando una fisura a lo largo de la madera. Este repentino choque y la proximidad de los altos arrecifes que se elevan hacia el cielo como los mortecinos huesos de un esqueleto, te obligan a abrazarte al timón.

Levantas el rostro con la mirada enturbiada por la fuerte borrasca sin perder de vista las rocas, que comienzan a emitir un prolongado quejido contra la madera de la proa solo para comenzar a pasar a toda velocidad a babor al instante. Una lluvia de cascotes y piedra se añade a la tempestad y confirmas tus temores: sobe la cubierta no queda ningún marino, arrojados todos al mar y haciendo compañía a los peces, piensas con ironía. Maldices a Poseidon para tus adentros mientras compruebas con alarma como Gabrielle se asoma a cubierta agarrándose donde puede.

- ¡Abajo, baja a la bodega maldita cabezota! -una gran piedra golpea cerca de donde se encuentra y ves reflejado el terror en su rostro.

Comienzas a virar con todas tus fuerzas a estribor intentando evitar que mas rocas caigan sobre la cubierta pero el timón no responde. Una y otra vez sueltas improperios que harían sonrojar a Meg al tiempo que saltas por encima del puente de mando, yendo a aterrizar en la cubierta emprendiendo una carrera hacia tu amiga.

- ¡Abajo, abajo!.

Con un impacto seguido de un crujido ensordecedor de la madera al quebrarse, el barco golpea contra un escollo que asoma como un espolón de las aguas y se parte por la mitad. Como si el tiempo se detuviese en ese instante te impulsas en un ultimo salto hacia adelante extendiendo el brazo mientras ves como Gabrielle con los ojos desorbitados y tendiendo el suyo en tu dirección se aleja. Llegas a rozar la punta de sus dedos pero irremisiblemente caes al mar perdiéndola de vista.

No tienes idea de cuanto tiempo has permanecido inconsciente en la playa, todavía quedan negros nubarrones en el cielo pero la tormenta se aleja, te incorporas llena de magulladuras producidas por las rocas y un increíble dolor de cabeza. Llevándote la mano a la sien notas una herida sin importancia, la arena y la sangre se apelmazan en tu palma cuando la miras, a tu alrededor los restos del naufragio llenan la playa, con un creciente sentimiento de pesar comienzas a recorrer la orilla examinando cada trozo de madera, cada pedazo grande del casco que ha llegado hasta la orilla, en una ocasión te parece ver un cuerpo bajo un gran madero y haces acopio de todas tus fuerzas para levantarlo, tan solo para descubrir un montón de algas y restos de la vela revueltos.

Aunque en el horizonte comienzan a despuntar entre la nubes retazos de luz, compruebas como el sol esta bajo y se acerca la noche. ¿Que hacer?, te has desgañitado gritando el nombre de tu amiga pero solo el rumor de las olas rompen el silencio reinante.

1. SI QUIERES PERMANECER EN LA PLAYA INTENTANDO HACER UNA HOGUERA Y PASAR ALLÍ LA NOCHE, VOTA 1.
2. SI QUIERES INTENTAR SEGUIR BUSCANDO A GABRIELLE, VOTA 2.
3. SI BUSCAS COBIJO, VOTA 3.

Recuerda que de tus decisiones depende el transcurso de la aventura.

NINGÚN KENDER DEJO DE MERENDAR MIENTRAS DECIDÍA QUE HACER.